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Localización: Junto al Mas de la Serra, en la vertiente E de la Sierra de la Nevera, a 1.050 m de altitud. Acceso siguiendo el Barranco de la Masada o de la Toba.
Valoración: Depósito de valor medio y en regular estado de conservación.
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Depósito de planta circular, de 8'7 m de diámetro con muros de 1 m de anchura. Al Este del pozo una gran plataforma de 11'70 m de longitud sostenida por un muro servia de rampa de acceso y de carga.
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El pozo se muestra relleno de ruinas procedentes de la estancia ajena y de sus propios muros; muy colonizado por la vegetación. La profundidad actual oscila entre 4 i 5'50 m. Al interior se accede por un túnel - escalera que desciende desde la estancia de 4'50 m de longitud. Se abre al pozo a través de una boca de 2'40 m de altura cubierta por dos losas y un arco de descarga
En su estado actual no muestra restos de cubierta de obra. A pesar de lo cual, hay fragmentos de tejas y las aperturas de la estancia parecen indicar que estaba cubierta de tejas. En la part W del depósito hay adosada una estancia de 6 por 5 m que debería de estar cubierta.. En ella se abren el túnel de acceso al interior y dos oberturas sobre el pozo: una ventana y una puerta. Capacidad estimada en 350 M3.
Según informaciones orales, no confirmadas documentalmente, el depósito data del s. XIX. Por su tipologia puede afirmarse que es posterior a la cercana Nevera Vella.
El primer permiso del Ayuntamiento de Catí para construir una nevera data del 10 de junio de 1592 a fabor de Mossèn Sanz. No debería de ser muy grande la nevera construida cuando el 14 de noviembre de 1626 el Consell acordó conceder autorización a Mossèn Miguel Torres para fabricar otra. La construyó su hermano Fernando Torres que era cantero. Tampoco el Consell Municipal quedó satisfecho con su construcción debido a que el 10 de agosto de 1636 decide derribar la nevera y construir en el mismo lugar otra mayor que seria la Nevera Vella.
La Nevera Vella fue construida en 1636 por Joan Bueso de Vinaròs, con un coste de 185 libras. Muestra una gran similitud con la Nevera de la Font dels Regatxols que recientemente ha restaurado y museizado el Ayuntamiento de Ares del Maestrat . Se trata de un depósito con carácter comercial. La nieve se trasladaba en mulos hasta Catí donde en carruajes seguia su trayecto hasta el litoral (Vinaròs y Benicarló)
Requiere de una urgente restauración similar a la que se ha llevado a cabo en la Nevera de la Font dels Regatxols de Ares del Maestrat, ya que es una de las neveras más importantes de la provincia.
Localización: en la vertiente E del Tossal de la Nevera, a 1.150 m de altitud y muy cerca de la cumbre. El depósito es conocido también como Nevera del Tossal y Nevera del Tossal de Gibalcolla.
Valoración: depósito de gran valor por su fábrica y regular estado de conservación.
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Depósito de planta cuadrangular construido en una vertiente: la mitad oriental . Se encuentra inserto en un talud irregular de piedra y tierra que proporciona estabilidad al edificio y, al mismo tiempo, la aisla térmicamente. La anchura de los muros es de unos 2 m.
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Planta interior rectangular de 7'70 x 6 m. Los desprendimientos de la cubierta han rellenado parte del suelo al menos en unos 2 m. En las paredes N y S muestra unos agujeros para encajar bigas que formaron una cubierta interior si el pozo no se encontrara completamente lleno de nieve. En su interior se accede por una notable escalera de piedra adosada a las paredes W i N.
La cubierta es una vuelta que soporta en dos arcos paralelos de medio punto . La capacidad se estima en unos 300 M3.
En la parte superior de la Nevera existía una estancia de la que sólo quedan los restos de los muros, pero en la cubierta. La puerta se abre a la fachada W. En la parte S se adosa una plataforma con funciones de carga.
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Dentro de la estancia se abrían los dos boques de acceso al pozo. Una cenital de forma cuadrada de 1'65 m. de costado; muestra un pequeño rebajo en su marco de piedra para encajar una gran tapa. La otra boca, adosada a la fachada W, permitía el acceso a la escalera. La boca ha estado afectada por la destrucción particular de la bóveda, producida por la explosión de material de guerra..
Por Joaquim Carbó Miralles, cronista oficial de la Vila de Catí